Para que una persona haga un gran trabajo y esté totalmente implicado en él, necesita sentir que ese trabajo vale realmente para algo. Que está marcando una diferencia, que pertenece, que forma parte de algo importante.
Me refiero aquí a “marcar nuestra huella”, pero no quiero decir que tengamos que ser los creadores de facebook o descubrir la cura de la malaria, sino simplemente tenemos que sentir que nuestros esfuerzos valen la pena, que tienen sentido y le van a servir a alguien.
Queremos escuchar a nuestros clientes, usuarios y compañeros decir “Esto me hace la vida más fácil”, “Con esto voy a ganar muchísimo tiempo” o “Me has solucionado el problema que tenía!”. Esto realmente anima, y no sólo anímicamente, sino que va a afectar a cómo haces tu trabajo, a cómo te relacionas con los demás y a sentirte satisfecho.
Queremos sentir que si parasemos de hacer esos esfuerzos y ese buen trabajo, la gente se daría cuenta.
Al final nuestro trabajo es nuestro esfuerzo, lo que somos capaces de hacer por nosotros mismos, a las cotas que podemos llegar con nuestro intelecto y experiencia. ¿Quieres hacer un producto o proyecto que no le valga a nadie para nada? ¿Echar tus horas de trabajo pasando simplemente el tiempo dándote igual lo que hagas en ellas?
Lo que hacemos día a día termina siendo nuestro legado. Si vas a hacer algo, haz algo que realmente importe, que ayude. Y no solo a ti, también a los demás.
El propósito es un aspecto de la condición humana. Queremos sentirnos útiles, queremos sentirnos necesarios y cuando se hace de forma desinteresada, como el voluntariado por ejemplo, esto nos hace sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás. Convirtiéndose en una especie de droga a la que nos enganchamos, queriendo ayudar a mejorar las cosas de forma continua.
Deberíamos potenciar este aspecto en las organizaciones. La gente que no se siente útil y no ve finalidad en su cometido, termina yéndose a buscarlo en otra parte.
Tendríamos que intentar humanizar más el trabajo, deberíamos encontrar la manera de infundir humanidad en los negocios, buscando ideales como el honor, la verdad, la justicia y la belleza. Intentar humanizar lo que la gente dice y así muy posiblemente humanizar lo que hacen.
Un claro ejemplo que me he encontré hace unos días en internet, es lo que se proponen hacer en la empresa “Be Code My Friend” con su “Plan de desarrollo local” que os animo a leer 
Y otro claro ejemplo sería la iniciativa de la empresa Deiser llamada “#DecisionesQueAyudan” con la que pretender apoyar a los parados.
De esta forma seguramente terminaremos viendo nuestro trabajo como una recompensa que nos proporciona esa parte que buscamos para poder servir y ayudar a los demás.
“Estamos aquí para dejar nuestra huella en el universo” Steve Jobs.
“Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo” Séneca.
