Pensamientos de otro más

Conozco a poca gente que trabajando por cuenta ajena, esté muy contento con su empresa. Y aquí quiero descartar a aquellos que llevan pocos meses, que han entrado a trabajar hace poco tiempo y aún están en ese período de “euforia” del cambio y no son objetivos en este tema.

No sé, si será por la cultura Española, por nuestra educación, o por otras causas, pero parece que en este país, el quejarnos lo llevemos en la sangre.

Ahora está de moda quejarse de la crisis, de los políticos, de la Unión Europea, etc. Pero yo quiero ir un poco más a nuestro día a día, más de cerca, en nuestro trabajo. Es decir, quejarse de nuestros jefes, de nuestros compañeros, de nuestro salario, de nuestro plan de formación, de nuestro estatus …. bla bla bla bla….  No sabéis el sueño que me da esto zzzzzzzzzz..

Es verdad que quejarse es de humanos, y yo mismo lo hago muchas veces. Pero estoy bastante cansado de la gente que no para de quejarse y no mueve un dedo para que esto cambie.

Para mí, el trabajo es una parte muy importante de la vida, y si estás amargado mientras lo desempeñas, entonces te estás amargando la vida.Y sin querer entrar en el hecho de que en este estado la calidad y la cantidad del trabajo que sacas adelante deja mucho que desear.

No esperes a que esto cambie por sí solo. Si crees que tu jefe no te valora, o que no te dan la suficiente formación, que tu sueldo es de risa o que no avanzas nunca en responsabilidades, ¿a qué esperas para solucionarlo?

¿Crees que no avanzas ni aprendes nada? Buscate cursos, charlas, ponencias, lee libros, artículos, grupos de usuarios, blogs. ¿No te valoran y tu jefe no te da más responsabilidades? Habla con él y explícale la situación, tu sensación de abandono, de estancamiento. Dile que de esa forma te sientes desmotivado, que necesitas más! ¿Piensas que tu sueldo no está acuerdo con tu trabajo? Expón tu problema a tu superior, a Recursos Humanos o a quién haga falta, pero no solo a tus compañeros en los cafés o a tus amigos cuando tomas unas cañas con ellos.

Si ya has intentado todo esto y crees que es imposible cambiarlo, ¡no te desanimes! te queda una fácil solución, búscate otro trabajo. Otro trabajo que te llame la atención, que te motive en el día a día, en el que avances tanto profesional, como personalmente. En las que puedas explotar todo tu potencial y puedas ayudarles a ellos a mejorar también. Pero sobre todo, no te quedes parado amargándote la vida.

Pocas cosas dan más placer que conducir con solvencia el destino. Si te abandonas a lo que dicte tu empresa solo conseguirás avanzar lo que tu empresa te deje. Continuamente estamos viviendo bajo la tiranía de los podría y los quisiera. Déjate de una vez de pensar en los potenciales, de quejarte y actúa!

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Alvaro García Loaisa